Cualquiera de nosotros puede ser un magnífico narrador de cuentos en potencia. Sólo tenemos que dar rienda suelta a nuestra imaginación pero, para que logremos apasionar con nuestra narración a nuestros interlocutores, tenemos que tener en cuenta algunos requisitos:
- En primer lugar debemos mostrar interés en la narración y conseguir transmitir este interés al niño. Contar un cuento no puede convertirse en una tarea rutinaria y fastidiosa que debemos realizar para acostar a los niños después de un duro día de trabajo. El niño notará esta circunstancia y el cuento perderá toda su magia.
- Es imprescindible también conocer bien el cuento para poder contarlo adecuadamente. En ocasiones, es beneficioso que leamos nuevos cuentos o releamos cuentos conocidos.- Debemos utilizar un lenguaje adecuado a la edad del niño que escucha nuestra narración. Para los niños muy pequeños, intentaremos utilizar un lenguaje claro y conciso evitando palabras complicadas y descripciones muy detalladas. Conviene hacer un especial hincapié en la entonación y modulación de la voz. Conforme la edad del niño avanza, podemos introducir palabras menos conocidas que enriquezcan su vocabulario.
- A la hora de contar un cuento es fundamental conocer al oyente para acertar. Así, adecuaremos tanto el tipo de cuento como la manera de contarlo a la manera de ser del niño. Si observamos que el niño siente temor o angustia, debemos cambiar el contenido del cuento. Si conocemos al niño, sabremos que cuentos son los más adecuados para él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario